jueves, 28 de febrero de 2008

YO Y LA SEGUNDA LEY DE HAMER

Creo que la comprensión de esta Ley es fundamental... todas las enfermedades tienen dos fases: una de conflicto activo y otra de resolución... una de inquietud, hiperactividad y falta de sosiego, y otra de calma, descanso y cansancio... yo lo he sentido y lo he observado en otros... cuando hay un exceso de preocupaciones, hay mucha energía... poco sueño... solo se piensa en resolver lo que nos aqueja... a veces se resuelve solo, a veces con una decisión nuestra, o en ocasiones por exceso de cansancio... pero llega el periodo de agotamiento, de relax, de descanso, tenemos mucho sueño y hambre... el organismo recupera las energías gastadas...
El carácter bifásico de la enfermedad donde está inmerso el parkinson se expresa así:

Algunas personas con parkinson me han comentado que en las primeras consultas les dieron la duda en el diagnóstico con una posible esclerósis... yo misma experimenté eso cuando por primera vez fui con el médico...

Pienso que el parkinson lleva en si mismo la parálisis y la posible sanación (parálisis agitante) en una situación crónica o en espiral ascendente...

La parte que yo considero más importante aquí, es la solución del conflicto... hay que identificarlo, implementar soluciones prácticas o de cambio personal tipo terapia... analizar nuestras formas de vida y relacionarlas con los síntomas... hablarlo... expresarse... pedir... buscar lo que se necesita... aceptar...

Por eso, habrá más de esta segunda ley en los siguientes Post...

sábado, 23 de febrero de 2008

YO Y LA PRIMERA LEY DE HAMER

La primera Ley de Hamer es la explicación del desencadenante, el DHS o la causa de la enfermedad...
En mi caso, el DHS lo tengo delimitado en un momento preciso, pero pienso que fue como un vaso al que le fueron cayendo gotitas y chorritos... cuando ya estaba casi lleno le cayó un chorro de agua más grande y se llenó hasta derramarse...
El parkinson es una enfermedad en la que está principalmente involucrada la motricidad... y el conflicto que lo genera es precisamente ese: "No puedo hacerlo, ni puedo dejar de hacerlo... no puedo seguir ni puedo regresar... me siento atrapado..." o algo así.
Mi desencadenante consistió en lo siguiente: desde hace como 10 años vivía con mis padres y mi hermana mayor, también enferma de pk y los tres se fueron haciendo cada vez más dependientes de mi... mi madre se empezó a enfermar hace como 5 años de embolias e infartos cerebrales (EVC)... yo intuía que conforme el tiempo pasara iban a necesitar cada vez más cuidados y más de mi tiempo... de hecho, a últimas fechas mi ritmo era frenético, entre el trabajo, mis pendientes y todo lo de ellos (su comida, llevarlos al médico, su medicamento, cuidar que no les faltara nada, etc.)... además estaba mi pareja quien también vivía con nosotros y era un constante estar entre dos frentes....
Hace como dos años o poco más, mi madre sufrió un EVC más fuerte, con convulsiones y que la dejaron sin poder caminar y muy dependiente... me recuerdo sola con ella en el Hospital y llevándola en el carro y como me asustaban sus ataques de epilepsia... antes de que llegaran las demás personas de mi familia, el médico de urgencias me dijo: es muy grave, quizás sea una hemorragia cerebral y no te puedo asegurar su vida....
Ese fue el momento, mi inconciente empezó a trabajar... "Ya no puedo más, ahora qué hago?...
Mi madre se recuperó un poco y la dieron de alta... fue necesario pedir la ayuda de otra de mis hermanas y mi mamá ahora vive con ella... (luego les cuento más de eso)
Mi inconciente siguió trabajando y dio paso a una lucha entre el egoismo de pensar más en mí y en mi vida o en el altruismo de dejar de hacer tantas cosas y dedicarme más a cuidarlos a ellos.
Entonces fue más evidente la dificultad que empezaba a tener para hablar... comenzó una debilidad en las piernas y un ligero temblor en la mano derecha... también observé problemas con mi escritura.... y entonces me asusté...

jueves, 21 de febrero de 2008

PREGUNTAS

Antes de pasar a las principales interrogantes derivadas de esta Teoría, quisiera comentar lo siguiente:
Lo que yo aquí exprese no tiene atrás el rigor metódico de una investigación científica o algo parecido; es más bien la expresión de pensamientos basados en las lecturas que he realizado, en la intuición, en mis experiencias, en mi vida, y en la observación de hechos y situaciones de otras personas y procesos vivenciales. No puedo decir lo mismo de los artículos y/o autores que han sido mis fuentes en esta forma de ver la enfermedad, pues ellos sí están basados en investigaciones metódicas y resultados.
Preguntas:
"¿O sea que los conflictos producen enfermedades?" No es así de lineal ni sencillo; son las formas de vida, la personalidad, la actitud, la lucha entre lo que deseamos y lo que tenemos, el manejo de la energía y del equilibrio.
"Entonces, ¿por qué se enferma la gente, si es algo negativo? Por más paradójico que parezca, la enfermedad es un proceso natural que pretende protegernos y brindarnos las herramientas que desde el inconciente estamos necesitando. No es algo moral; son nuestras incongruencias las que emergen.
"¿Nos podemos curar solos?". Quizás en algunos casos, los menos, sí.... pero en lo general se necesita ayuda. Lo principal es la comprensión de la enfermedad como concepto total y especificamente de la que nos aqueja.
"¿Si los niños no tienen conflictos por qué se enferman?" Los niños sí tienen sus pequeños conflictos en su proceso de maduración. Pero Hamer dice que son los conflictos y miedos de los padres los que se trasmiten a ellos. Además están las vivencias en el embarazo y los genes.
"¿Y las enfermedades congénitas?" Esta teoría deja fuera de sus leyes por el momento, este tipo de enfermedades.
"Y los accidentes? y los traumas?" Esta teoría deja fuera por el momento, esta explicación. Pero es indudable que el organismo pone en marcha un proceso de autocuración cuando se traumatiza. Solo hay que observar lo que sucede cuando se produce una herida.
Y tantas y tantas más....

lunes, 18 de febrero de 2008

5 LEYES DE HAMER: RESUMIENDO

PRIMERA LEY: DHS. Todas las enfermedades se desencadenan por un fuerte conflicto psíquico (fuerte para el individuo, aveces visto desde afuera no tanto), vivido en soledad y en aislamiento (no verbalizado).
SEGUNDA LEY: DOS FASES O SIMPACOTONÍA Y VAGOTONÍA. Las enfermedades tienen dos fases, una de conflicto activo (simpacotonía) y otra de resolución del conflicto (vagotonía). Día y noche, acelere y descanso, frío y caliente...
TERCERA LEY: LEY DEL SISTEMA ONTOLÓGICO. Cada órgano afectado tiene su correspondiente relé en el cerebro y corresponde a una de las capas evolutivas: endodermo, mesodermo y ectodermo.
CUARTA LEY: Los microbios, virus y bacterias en realidad son aliados y participan en el proceso de curación natural de las enfermedades.
QUINTA LEY: Comprensión del Sentido de la enfermedad. Todas las enfermedades corresponden a un proceso que desencadena la naturaleza y que tiene como objetivo proteger al individuo por más paradójico que parezca.

Me estoy imaginando todas las interrogantes que estarán pasando por la mente de quien lea esto. Me lo imagino porque yo misma me las he hecho. La explicación que hace Madame Sixt de las Leyes de Hamer, es muy sencilla lo que la hace muy entendible y digerible; pero tiene como contraparte que puede parecer exenta de complejidad y no muy convincente.
Les iré contando poco a poco como yo he buscado respuesta a las interrogantes que me han surgido y como he aplicado las Leyes de Hamer a mi enfermedad de parkinson.
En el siguiente post trataré de hacer un resumen con las preguntas más comunes que surgen a partir del escepticismo que genera esta teoría. Y luego relacionaré cada una de las Leyes reflejada en el personal sentido de mi enfermedad.

jueves, 14 de febrero de 2008

QUINTA LEY DE HAMER

5. Ley de la Quintaesencia o comprensión del sentido de la enfermedad.

Toda enfermedad es un programa especial que pone en marcha la naturaleza y tiene un profundo sentido biológico. Debajo de los malestares, dolores, trastornos y estorbos, la naturaleza nos brinda la oportunidad de poder recuperarnos y compensar los desgastes provocados por los conflictos biológicos que originan los conflictos psíquicos. Si observamos bien, comprendemos y no tenemos pánico, volveremos de nuevo a estar curados y regenerados.

Madam Sixt: "Es la quintaesencia, la deducción que se puede extraer de las otras cuatro leyes. En esta nueva perspectiva de la Medicina del Corazón, no hay benigno ni maligno, sólo hay el profundo sentido biológico de la naturaleza, los ritmos de normatonía, simpacotonía, vagotonía, normatonía... Y todo esto tiene un profundo sentido. Es necesario advertir que esto es un esquema ideal, esto supone que la persona soluciona el conflicto y todo va bien, pero por desgracia este esquema no suele presentarse mucho aún porque el solo hecho de ir al médico provoca lo que ellos llaman metástasis, una hipótesis que nunca ha sido probada, como pasa con la mayoría de los conceptos de la medicina actual. O sea que el mismo cáncer "se extiende" hacia más de un órgano, cuando lo que en realidad ocurre es que hay más de un conflicto activo. Por ejemplo en el caso del señor con cáncer en el hígado, si además de preocuparse por la subsistencia afectando su hígado, también se hubiera sentido desvalorizado, podría haber afectado sus huesos y presentar las dos afecciones. No obstante, como los médicos no comprenden esto, piensan que el paciente está muy grave y al ofrecer tal diagnóstico generamos un tercer conflicto provocado por el miedo: "Me voy a morir, de esta no me salvo..." o "Me voy a morir y qué va a ser de mis hijos, estos niños tan pequeños..." Entonces cuando la persona regresa al médico un mes después, ya no sólo tiene cáncer en hígado y huesos, sino cáncer de pulmón."

martes, 12 de febrero de 2008

CUARTA LEY DE HAMER

4. Ley del sistema de ontogénesis de los microbios y bacterias

Los microbios, bacterias y virus colaboran con el organismo durante la fase de curación. Si el DHS ha afectado un relé que se encuentra en el endodermo o en el mesodermo, durante la fase de resolución aparecerán hongos, microbacterias y gérmenes que ayudarán a eliminar la proliferación celular o la tumoración que se produjo durante la fase activa; mientras que si se afectó el ectodermo, durante la fase de resolución aparecerán microorganismos y virus que ayudarán a restaurar las necrosis o ulceraciones producidas en la fase activa del conflicto.

Madam Sixt: "Esta ley cambia totalmente la creencia de que los microorganismos son perjudiciales, pues bajo esta perspectiva, no producen la enfermedad, sino que aparecen o proliferan durante la fase de reparación que pone en marcha el organismo y colaboran en sus tareas de restauración. En la fase de curación aparece el proceso inverso al que se desató durante la fase activa y se pone en marcha un programa especial de eliminación de lo que se haya producido durante la fase activa. Por ejemplo puede haber una citis en peritoneo, y lo que va a hacer esa citis, ese líquido, ese edema, es favorecer la llegada de microorganismo para la evacuación de todos estos pequeños tumores del peritoneo. También tenemos a nuestros amigos los virus y ya sabéis hoy en día todo lo que se les rehuye, todo lo que se habla sobre las enfermedades de origen viral y toda la responsabilidad que se les hecha encima, cuando en realidad los virus tienen principalmente un rol de transportadores de las proteínas y sustancias nutritivas para rellenar las úlceras. Por ejemplo en una enfermedad de origen viral como la rubéola, en la fase activa del conflicto hay como pequeñitas lesiones, ulceraciones en la piel, y en la fase de curación, nuestros amigos los virus vienen a hacer el relleno. Pero sólo causarán una enfermedad viral las personas que lleguen a una fase de resolución, a una etapa de vagotonía. Nunca habrá ninguna infección por ningún virus o microorganismo en la fase de simpacotonía, siempre intervienen en la fase de vagotonía. Esta fase es la más importante en todo el proceso. Después de la crisis epileptoide o de curación, el cerebro conserva aún algo de edema. Este edema residual tiene un sentido biológico muy profundo, especialmente en los casos donde aparecen tumores porque va a permitir que se evacue o se enquiste la tumoración. Dependiendo de la hoja embrionaria donde está asentada esta tumoración, hay algunos tumores que se desprenden y se evacuan, otros se enquistan y quedan perfectamente bien delimitados y enquistados. Sin embargo hay personas que pueden morir en esta fase. Eso es una realidad, dependiendo de la gravedad y del órgano lesionado. Por ejemplo, algo que puede ser mortal son las lesiones en las coronarias, donde se muere de un infarto al miocardio. Cuando una persona muere por esta causa es que ha tenido un conflicto que ha durado más de nueve meses y hay una importante lesión. El edema es excesivo y en esa fase de crisis. Sólo en caso de que el conflicto haya durado más de nueve meses afectado a las coronarias hay un infarto mortal, si ha durado menos hay pequeños infartos que afecta una zona determinada y la persona puede sobrevivir y solucionar su conflicto. Toda vez que se presenta la crisis de curación hay otras tres semanas en las que se observa una gran fatiga. Es una fase exudativa en la que el cuerpo limpia o expulsa lo que no necesita. Como requiere mucha energía para terminar de reparar y limpiar la zona dañada, impone un descanso que resulta imprescindible. En esta fase el paciente debe estar muy bien cuidado porque es una fase en la que está muy sensible, muy receptivo y es muy vulnerable a caer nuevamente en otro conflicto. Evidentemente en esta fase puede haber mucho dolor, como por ejemplo en el cáncer de huesos porque el periosto, la capa que recubre el hueso, que es la única que está enervada, se despega debido al edema y esto es extremadamente doloroso. En esta fase hay que ser muy paciente. No tener miedo y no decir, "Sí, pero esto se está haciendo muy largo, no sé..." No. Hay que entender lo que pasa, hay que saber que es natural y hay que tener mucha paciencia, protegiendo y rodeando a esta persona durante un mes o mes y medio para que esté tranquila y luego esto se supera y se vuelve a una normatonía."

jueves, 7 de febrero de 2008

TERCERA LEY DE HAMER


3. Ley del sistema de ontología de los tumores y enfermedades afines

Cuando el DHS impacta una zona perteneciente al endodermo o mesodermo, durante la fase activa del conflicto se generan proliferación celular o tumoraciones en los órganos correspondientes, mientras que cuando se impacta una zona dentro del ectodermo, durante la fase activa se generan necrosis o ulceraciones en los órganos correspondientes. Cada órgano que hay en el cuerpo tiene un relé cerebral, o sea, una correspondencia con cierta zona específica del cerebro humano que está dividido en tres capas: 1) endodermo (tronco cerebral y cerebelo), 2) mesodermo, y 3) ectodermo (córtex cerebral). Dependiendo de la zona carebral impactada durante el DHS, tendremos una manifestación diferente de dicho impacto en el órgano correspondiente a dicha zona.

Madam Sixt: "Pensando en las necesidades de los primeros mamíferos, que son las que tenía que enfrentar el cerebro arcaico (el endodermo), tenemos que si al intestino llega por ejemplo un trozo de hueso, el organismo pone en marcha un programa de emergencia que se gobierna desde el tronco cerebral, quien ordena una multiplicación celular en el punto donde se encuentra el atasco provocado por el hueso. Esto significa que va a haber intestino de más, o sea, va a haber un tumor que va a ocasionar que se produzca más ácido gástrico y este exceso de secreción va a hacer que este hueso que se ha atascado pueda digerirse, pueda evacuarse. El tumor tiene la función de digerir el hueso o lo que está atascado. Y lo mismo ocurre a nivel psíquico cuando no podemos digerir lo que nos ha ocurrido. En un conflicto figurado, en una situación que dices "esto no me lo trago, no lo puedo digerir" el intestino va a hacer una proliferación celular para intentar digerir alguna situación que a la persona le parece indigesta. "Lo que me ha hecho es una mala jugada, esto no lo digiero", esto no es objetivo, es subjetivo, pero el intestino responde de la misma manera. Por ejemplo, el vecino de una persona aparcaba siempre el auto en el camino que iba hacia su cochera. Él le dijo un par de veces que no aparcara el auto en su parcela, y al cabo del tiempo se enteró de que el jardín pertenecía a ambos, pero el vecino ya se había ido al juzgado a poner una denuncia sin avisarle previamente a la persona. Esta persona vive esto como una mala jugada porque él cuando le molestó el coche lo avisó y lo intentó arreglar amigablemente, y el hecho de que el vecino se hubiera ido directamente al juzgado sin intentar hacer un acuerdo previo, le pareció una mala jugada. Para digerir esta situación subjetivamente indigesta, su cuerpo respondió produciendo un tumor. Mientras dura la simpacotonía, hay una hiperactividad en el intestino hasta que encuentra una solución.
El tronco cerebral que es la parte más interna, constituye el cerebro arcaico y está en correlación con el tejido endodérmico, por lo que todos los órganos que corresponden a esta zona, van a generar tumores en la fase activa del conflicto. Por ejemplo, entre los relés que en un tac aparecen en la zona del tronco cerebral encontramos alvéolos pulmonares, intestino, hígado, próstata y la matriz, por lo que en la fase activa de un conflicto de sensibilidad en el que se vean afectados estos órganos, va a haber proliferación celular, lo que significa, aparición de una tumoración, que es tejido de más. Desde el punto de vista del sentido biológico, este tumor es indispensable. También todos los relés del cerebelo, al que corresponden las mamas y los tejidos de protección como la pleura, el pericardio, peritoneo, meninges y la piel, generan proliferación celular. Es increíble lo que la naturaleza ha dispuesto para situaciones de protección ante las agresiones. Si alguien te insulta o habla mal de ti a tus espaldas y es un hecho muy dramático de graves consecuencias, puedes crear un melanoma en la espalda que es una proliferación celular de la dermis en la espalda. La idea es la protección. Si hay ataques contra el corazón, lo protege el pericardio; si hay un órgano que es importante proteger es el corazón porque si éste no funciona, ya no hay vida. Para proteger mejor, el pericarpio y éstos órganos se hacen más densos. El pericarpio por ejemplo, se llena de pequeñas tumoraciones que hacen una capa más espesa, más gruesa para formar una coraza, y eso ocurre en la fase activa del conflicto. Los órganos que tienen relés en el ectodermo, tales como las vías biliares, durante la fase activa van a hacer ulceraciones o necrosis de tejido. En una hepatitis viral, por ejemplo, la persona está en vagotonía, está en resolución, se están limpiando las vías biliares del hígado que pertenecen a la hoja embrionaria del ectodermo, el conflicto es contrariedad, rencor en el territorio. La persona tiene dolor en la zona porque las vías biliares se hinchan y la gran fatiga que acompaña a la hepatitis es un requerimiento de la naturaleza para que la persona permanezca en reposo ya que se necesita mucha energía en estos momentos para efectuar la reparación de la zona dañada.
Les voy a poner algunos ejemplos para que todo esto se entienda mejor. El primero es el caso de una mujer a la que le diagnostican cáncer en la mama izquierda. Es una mujer zurda que vive en la actualidad y de la que yo puedo dar testimonio. Cuando yo recibo a esta señora, le digo: "Señora, de acuerdo al esquema de Hammer usted tiene un conflicto con su pareja." Ella me dice: "No, no, no. Yo tengo un conflicto con mi madre, no con mi pareja", y durante toda una hora me cuenta los conflictos que tiene con su madre. Yo le digo: "Vale, efectivamente, usted tiene un conflicto con su madre porque en el escáner cerebral puedo apreciar que efectivamente hay un foco de Hammer en la zona que corresponde a la mama derecha, lo cual indica que hay un conflicto latente con su madre, ese es un conflicto antiguo que tampoco está curado; sin embargo, la mama izquierda es la que en estos momentos está teniendo mucha sintomatología, lo cual indica que está usted pasando por una fase de resolución de un conflicto de separación de una pareja." Ella me dice nuevamente "No". Yo insisto y le digo "Ha perdido a un compañero que es como si se lo hubieran arrancado de su pecho". Y en ese momento la mujer reaccionó y me dijo: "¡Es cierto! Murió un hombre sobre mi pecho izquierdo. Pero no era mi compañero. Era el marido de mi mejor amiga". Pero resulta que ella estaba platónicamente enamorada de él y en el momento en el que expiraba, ella sintió una gran desesperación y un imperioso deseo de retenerlo, de querer darle vida, de querer nutrirlo. Y el impacto de que no pudo hacer nada para evitarlo y de que además murió en sus brazos y no en los de su amiga, fue un impacto biológico que vivió en soledad, y que no sabía como confrontarse con esa vivencia. Eso duró seis meses, hasta que decidió irse de vacaciones con su amiga y ambas finalmente se sinceraron, compartieron su dolor e incluso le explicó a su amiga toda la verdad de lo que había pasado y cómo lo había sentido. Y gracias a ello finalmente pudo liberarse de ese peso y solucionar ese conflicto y fue cuando apareció el tumor en su mama izquierda.
Tenemos también el caso de un hombre que era socio de una empresa dedicada a la fabricación de PVC que vendía sus productos en distintos países. Vino a verme porque tenía un cáncer en los testículos. En esta fase activa viene y me dice. "Me estoy quedando sin testículo, ¿qué me está pasando?" Y yo le digo "Usted ha hecho un conflicto de pérdida. Usted ha perdido a alguien, un ser muy querido". Y su mujer que venía acompañándolo, me dice: ¡Oh, lo que ha perdido mi marido es mucho dinero. Han cerrado varias sucursales por la situación económica tan difícil y ha tenido una gran pérdida, pero económica." Y yo le digo: "Sí, pero esto en el testículo tiene un matiz sexual y de una mala jugada", Yo pensé por un momento que quizá el hombre había tenido una amante y dejé insinuar vagamente esta posibilidad. Pero el hombre lo negó categóricamente. Entonces le dije: "A lo mejor ha perdido usted un animal". Y el hombre se puso a llorar y me dijo: "Sí, sí, he perdido a mi gato". Y allí estaba ese hombre tan grande y tan influyente llorando por la muerte de un gato. Y uno piensa, este hombre que ha tenido que despedir a tanta gente y ha perdido tanto dinero, ¿qué puede representar para él la muerte de un gato? Pero no es exactamente la muerte del gato lo que ha hecho la enfermedad. Él está de viaje y su mujer le telefonea para decirle que el gato al que tanto afecto le tiene, ha muerto. Él le pide que lleven al gato al centro veterinario para ponerlo en la cámara frigorífica para que cuando él vuelva lo pueda enterrar. Él quiere enterrar a su gato, pero cuando llega de viaje y se va directamente a la clínica, se entera de que el veterinario no tiene ningún gato. Va a su casa y pregunta por su gato. Le dicen que lo han enterrado en el jardín. En ese momento es cuando recibe el impacto porque la esposa y los dos hijos le dicen que era una tontería, que no iban a pasar vergüenzas en el veterinario porque él quería enterrar a un gato, que simplemente lo enterraron y ya. Y es el dolor por esa falta de sensibilidad, de atención a sus sentimientos, que le causa un impacto tremendo, ese es el momento del DHS. Para él era una pérdida porque tenía un cariño muy especial a ese gato. Y encima no han cumplido su voluntad... Eso es lo que le da el matiz de mala jugada. Además constantemente le pedía a su mujer que fueran a buscar un gatito porque él quería tener otro gatito en la casa, pero la mujer se negaba. Y yo les dije: "Bueno, pues en este caso, hay que elegir: el testículo o el gato". Cuando salieron de la consulta, la mujer todavía no quería tener a otro gato, pero finalmente lo discutieron, lo hablaron, adquirieron otro gato y este hombre se curó. Desde el momento del impacto hasta el momento que compraron otro gato, él fue haciendo conflicto y perdiendo masa del testículo. Lo que genera el conflicto, el DHS, visto desde afuera puede parecer algo muy anodino, pero para este hombre, el animal era sumamente importante, era el que mantenía el clima de familia, un animal crea un ambiente, crea un clima en la familia. Si hay una disputa en la familia, de repente el gato, el perro entrar y te lamen, te dan la pata y se para la discusión...
Otro caso muy típico es del cáncer de hígado, que está vinculado al sentimiento de carencia material, de carencia de dinero. Tenemos el caso de un hombre al que cuando le faltan dos años para el retiro, el director de la compañía donde trabaja lo llama a su despacho y le dice que ha pensado en darle un retiro anticipado para incorporar personal más joven en la empresa. En ese momento el hombre sufre un gran impacto ya que el preretiro implica una baja respecto a sus ingresos regulares, y al pensar en sus cuatro hijos, se angustia porque siente que ya no podrá pagar su educación. Biológicamente aquí es donde comienza su conflicto. Comienza su lucha al pensar en cómo poder pagar los estudios de sus cuatro hijos. Durante la fase de simpacotonía hace negociaciones con el director, va al sindicato, intenta lograr un buen acuerdo. Y en esa fase de combate, un día se presenta con toda su buena fe al director y le dice: "Bueno, está bien, yo acepto este retiro anticipado, pero tú contratas a dos de mis hijos en la empresa". El director dice "Vale, contrato uno, pero no los dos". Y el hombre insiste en que no se saldrá hasta que contrate a los dos. El conflicto se prolonga y finalmente llegan a un acuerdo, pero durante todo ese tiempo de incertidumbre, el hombre genera un cáncer en el hígado. El sentido biológico del hígado es hacer reserva mientras él lucha para encontrar una solución para el futuro de sus hijos. Si este mismo hombre hubiese vivido el conflicto como una pérdida de territorialidad, hubiese desarrollado una afección en las coronarias. El hecho de que su primer pensamiento ante la noticia del retiro anticipado haya sido "¿cómo voy a pagar los estudios de mis hijos?" en vez de pensar "¿qué voy a hacer ahora sin trabajo?" determinó que el órgano afectado fuese el hígado y no las coronarias."

martes, 5 de febrero de 2008

SEGUNDA LEY DE HAMER


2. Ley de la Simpacotonía y Vagotonía

Toda aparición de un DHS es seguido por una etapa de Simpacotonía (fase activa del conflicto), y otra de Vagotonía (fase resolutiva o curativa del conflicto). Esto significa que tras la vivencia de un suceso que nos ocasiona un conflicto psíquico, el organismo pone en marcha un sistema para procesar y resolver las implicaciones de dicho conflicto a nivel biológico. En la primera etapa, también llamada fase fría, el organismo se prepara para enfrentar el conflicto. Este periodo de simpacotonía es muy importante, pues permite a la persona sobrevivir a pesar del gran impacto que acaba de sufrir. Normalmente cambia el carácter de la persona, puede estar irritable, nerviosa, malhumorada; los familiares suelen notarla rara, dicen que le ha cambiado el carácter. Come menos, duerme poco o no duerme, adelgaza, y las palmas de las manos están muy frías. Por el contrario, durante la siguiente etapa que es la fase de vagotonía o fase caliente, el organismo va a llegar a la resolución del conflicto. Aquí es donde empieza en realidad la curación, sin embargo hasta ahora se había estado pensando que esto era la enfermedad, puesto que es aquí cuando aparecen los primeros síntomas físicos evidentes que pueden ser desde ulceraciones hasta tumoraciones cancerígenas, en función de la zona cerebral que haya sido afectada durante el DHS.

Madam Sixt: "Es muy importante comprender esta ley porque si se entiende bien, se entiende el fundamento de esta nueva perspectiva. Tenemos un sistema biológico extraordinariamente bien concebido para proteger la vida. El DHS, es más que un simple estrés, se trata de una grave preocupación y este profundo impacto cerebral, va a desencadenar en el organismo una reacción, una respuesta que se llama de simpacotonía. A partir de la aparición del DHS todo nuestro organismo entra en estado de emergencia para intentar buscar una salida a esta situación tan dramática que nos agobia. En este combate que se inicia, toda nuestra energía se va a centrar en un punto para encontrar una salida y eso va a hacer que nuestro cuerpo se enfríe en esos momentos. La segunda fase, la de vagotonía, va a llevar a la resolución del conflicto. Esta es la terapia natural que ofrece la naturaleza. Esta es la fase de reparación. En la primera es donde se combate. Ahora descansamos y nos recuperamos. Aquí es donde empieza la curación y aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, de lo que llamamos e interpretamos como enfermedad. Aparece edematización en el foco de Hamer y en el órgano afectado. Edematizar significa que el órgano se hincha de líquido, está inflamado. El cerebro es como una esponja, cuando hay edematización, se hincha de líquido y eso puede provocar dolor cerebral y a nivel del órgano también. Los tres niveles, psíquico (emocional), cerebral (mental) y orgánico (corporal), se reparan simultáneamente. Los dos niveles que podemos ver, el del cerebro y el del órgano, aparecen hinchados y esto resulta muy evidente en un tac (Tomógrafo Axial Computarizado). En esta fase va a haber fatiga, pueden haber pérdidas de sangre, puede haber fiebre, pueden haber dolores, sudoración... hasta el día en que aparece la crisis epileptoide o crisis de curación que, dependiendo de la enfermedad, puede presentarse como un punto de máximo agotamiento o de fiebre intensa en el que sube la temperatura hasta 40 grados, por ejemplo. Cada tipo de conflicto va a desencadenar una manifestación diferente. Cuando hay conflictos que afectan la motricidad, la crisis no es epileptoide sino epiléptica, con los espasmos conocidos. En la primera parte de la vagotonía los síntomas son tolerables, en la segunda se incrementan y en la tercera, parecen alarmantes. Es cuando se suele recurrir al médico. Cuando se hacen análisis puede que los valores sanguíneos aparezcan alterados. Los marcadores tumorales (las pruebas que se hacen ahora para el cáncer), pueden estar disparados. Los médicos se alarman, pero no se asustarían tanto si entendieran que es el principio de un proceso de curación. El mensaje de este proceso biológico es "descansa, reposa, permanece en quietud". Desgraciadamente en esta fase reparadora, que es donde hay más síntomas, es cuando más nos alarmamos, y a veces lo que ocurre es que terminamos muriéndonos de miedo. Cuando uno va al médico llega con un conflicto, pero sale con dos, el segundo es que uno sale muerto de miedo. El médico trabaja con toda su buena voluntad, pero no conoce esta perspectiva. Ahora vosotros la conocéis. Esta etapa de crisis epiléptica o epileptoide es el estupendo sistema que ha encontrado la Madre Naturaleza para poder evacuar los edemas a nivel cerebral, que es el nivel más peligroso. En esta etapa de vagotonía, hay una breve parte en la que por algunos momentos vuelves al estado de simpacotonía y ocurre una vasocostricción que aprieta y ayuda a evacuar el edema, especialmente a nivel cerebral. En el momento de estas crisis epileptoides, dependiendo de la magnitud, es posible que la persona se orine encima. Va a haber un pico de fiebre alta y sudoración, que son los medios naturales que el cuerpo tiene para refrescarse, para enfriarse cuando ha habido esta situación. Para ayudar a pasar este momento a la persona, las cosas pueden variar dependiendo del daño que hay y de los síntomas, pero por ejemplo se puede ayudar aplicando compresas frías a nivel local y a nivel cerebral. Podéis ver que en general no hacen falta medicamentos muy caros ni procesos muy sofisticados."